20 may 2011

MÁS DE UN LUSTRO


MÁS  DE UN LUSTRO

Vania de Santiago
“Las cosas pasan por algo”. Ese y mil dichos más me ha dejado mi madre de legado y todos  son tan válidos.
En los últimos años se han sucedido situaciones y vivencias que en su momento han sido de emociones intensas, para alegría, pero también para tristezas y sufrimiento, algunos incluso físicos y una casi pérdida de la visión que no era otra cosa que stress.
La llegada de Vania de manera oficial a la sociedad fue tan inesperada como fascinante. Siempre estuve presente, pero los temores no me dejaban asomarme a la ventana de mi existencia, que es lo más hermoso que tengo.
Dejar atrás décadas de pánico no es algo que se logra borrar de un plumazo. Deben conjuntarse mil situaciones, algunas tan intensas como la máxima alegría en la vida y a la vez las decepciones más crudas. Y cuando logras llevar tus emociones al máximo  descubres que  más vale no seguir perdiendo tiempo y decides vivir a tope, siendo la mujer que nunca te atreviste a ser.
Se conjuntan un día las personas, las situaciones, los lugares y los miedos, los pones en una vasija, los agitas firmemente, cierras los ojos y te descubres, para romper con ese pasado de remordimientos.
En estos años, más de un lustro y menos de una década, me acepté como pocos. Me decidí a vivir sin existir, a convivir  sin coincidir.
Tomé  el control de muchas emociones que él descubrió en su interior. Aunque desafortunadamente para él también tomé el control o el descontrol de sus finanzas.
Descubrí que jamás tendré nada qué ponerme y que no hay bombilla que no puedas alcanzar si te armas de unas buenas plataformas. Aprendí algunos trucos, otros los convertí en vivencias y muchos otros ahora son parte de nuestras vidas.
Ahora transitamos  por la vida de manera paralela, aunque de una forma tan cercana que se podría decir que las dos líneas son una sola y las personas amadas nos aceptan con toda esa locura y desvaríos.
Porque sí, debo confesarlo, he tomado tanta fuerza que poco a poco fui metiéndome en su mundo, presentándome ante sus amistades y debo confesar con un poco de envidia que esas personas que lo han rodeado lo quieren tanto que me aceptaron… a pesar de todo. Aquellas personas que han sido parte importante en su vida le brindaron una mano para demostrarle su cariño y que no importa mi irrupción, pues siguen ahí.
Otros, los menos, se fueron, pero creo que nunca estuvieron.
Así que de alguna forma se podría decir que hoy cumplo un año más  de vida, de rondar este mundo y de asomarme a  ratos a la ventana de mi existencia para descubrir que vale tanto cada segundo que he respirado que sin dudar un solo segundo repetiría cada uno de mis últimos seis millones de pasos.
Un beso!
Vania!
Mayo 2011-05-20


No hay comentarios:

Publicar un comentario